METODOLOGÍA
EDGAR WILLEMS
Edgar Willems ideó en los años veinte un
sistema cuyo punto de partida es la consideración de la Música como lenguaje
humano; es decir, está dentro de él, no fuera. Dicha consideración se basa en
que los instrumentos sólo producen vibraciones, siendo el oído el que produce
el sonido, lo que supone una actividad por parte del ser humano de carácter
fisiológico, psicológico, e incluso filosófico.
Para Willems los tres elementos de la Música
están íntimamente unidos a tres funciones humanas diferentes: el ritmo, a
funciones fisiológicas; la melodía, a la sensibilidad afectiva; y la armonía, a
la capacidad mental, a la inteligencia.
Otra de las
características de este método es la atención que le presta a la educación
auditiva. Considera que en absoluto es un don innato con el que se nace, sino
que es posible desarrollar el oído.
El oído
musical lo integra en la naturaleza humana, por lo que cabe considerar también
un triple aspecto sensorial, afectivo y mental, que se corresponde con oír,
escuchar y entender.
Su método, conectado con la Psicología del
desarrollo., parte de Dalcroze, al que dedica su libro El oído musical,
llamándolo “pionero de la cultura auditiva”.
Da una gran
importancia a la iniciación musical en los más pequeños. Parte de las
relaciones entre música y ser humano, de sus principios vitales, como la voz o
el movimiento.
Edgar Willems fue uno de los precursores de
un nuevo enfoque en la educación musical del pasado siglo y se ha convertido,
en la actualidad, en uno de los autores de referencia en este campo.
Willems entendió que la educación musical va
mucho más allá de la enseñanza del solfeo y del aprendizaje de un instrumento.
Para él la educación musical consiste en establecer las bases de una verdadera
educación que cultive la armonía en el ser humano a través de la música. Edgar
Willems propone una concepción integral de la cultura musical que no sea sólo
un añadido a ciertas habilidades más o menos cultivadas, sino que se configure
desde la infancia como parte integrante de una personalidad armoniosa. A través
de canciones populares, improvisaciones, el dominio de los instrumentos más
simples, la explotación de posibilidades expresivas y la liberación de su
sentido del ritmo, una buena educación musical permitirá al niño vivir la
música de una manera más profunda, conocer la alegría de la creación y
concentrar en ella sin inhibiciones las funciones del cuerpo y del pensamiento.
Willems se basa en cuatro grados para llevar
a cabo su método:
- El Primer
Grado, de iniciación musical, pretende:
a) Hacer
nacer, sentir y revelar los fenómenos musicales.
b) Por medio
de elementos muy vivos, concretos, variados y adaptados a la edad de los
alumnos, desarrollar los elementos pre-musicales y musicales.
c) Despertar
el interés el alumno, su receptividad, su adhesión y su participación activa.
d) Respetar y estimular sus iniciativas.
Explorar su mimetismo y su actividad (inventiva).
e) Desde el
punto de vista psicológico, dar mas importancia al funcionamiento global
(sincrético) de la/el niña/o (sobre todo al principio) que a los resultados
externos. Desconfiar de las intelectualizaciones, puesto que la meta es vivir,
no hacer que se adquieran nociones.
f) Dar
importancia al ejemplo dado, en cuanto a la actitud, la calidad de la voz, la
pronunciación y los movimientos corporales.
g) Buscar
actos precisos y bellos.
- El Segundo
Grado, también de iniciación, comprende
una serie de principios complementarios y relacionados con el primero.
Se trata de
una fase más consciente que introduce asociaciones entre el movimiento
pancromático del sonido y los grafismos, que suponen un primer grado de
codificación. Lo mismo sucede con los golpes rítmicos, los matices agógicos y
los dinámicos.
Se tendrá
más exigencia respecto a la afinación y la belleza de las voces, la
pronunciación de las palabras en las canciones y la precisión rítmica
audio-motriz.
Se
desarrollará más la memoria sensorial, motriz y afectiva, así como la
conciencia reflexiva. Se reforzará el sentido tonal.
- El Tercer
Grado es denominado de pre-solfeo y
pre-instrumental. En este estadio, es conveniente vivir cada vez más
conscientemente la ordenación de los elementos musicales fundamentales. Las
simultaneidades serán vividas primero colectivamente y después en forma
individual. El paso de lo concreto a lo abstracto debe realizarse gradualmente.
Se
favorecerá la adquisición de automatismos para los nombres de las notas, la
calidad de la voz y de la pronunciación. Poco a poco se trabajará en la
denominación de los principales fenómenos.
Por medio de
improvisaciones rítmicas y melódicas vivas y cada vez más estructuradas, se
desarrollarán las facultades creativas y expresivas de los alumnos.
- El Cuarto
Grado es el solfeo, o el de
alfabetización musical de los niños. Se trata de un programa de educación
musical global, con lectura y escritura.
Cada lección
puede comprender, bien dosificados, los elementos mencionados y que son
complementarios.
Esta
diversidad permite la realización de clases vivas, alegres y constructivas.
Sus
objetivos son:
- Dotar a la
enseñanza musical de raíces profundamente humanas.
- Contribuir
a la apertura general y artística de la persona.
- Despertar
el amor a la música.
-
Desarrollar la sensibilidad auditiva y el sentido rítmico.
-
Desarrollar la memoria, la imaginación y la expresión.
- Desarrollar el canto, el solfeo, la
práctica instrumental y la armonía.
Muy buena esta información
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