LA MÚSICA
COMO LENGUAJE
A lo largo de los
años la música ha sido considerada como un lenguaje universal, pero esta
concepción ha cambiado. En la actualidad el concepto más aceptado es el de fenómeno
universal ya que forma parte de la cultura de todos los pueblos. Como
lenguaje queda limitado a ciertas culturas.
Humberto Ecco
(Crítico literario, semiólogo y escritor (S.XX)) fue uno de los primeros en
pronunciarse al respecto, diciendo que la música no es un lenguaje universal
porque carece de contenido semántico. Al no tener un significado concreto, no
se puede entender por todos de la misma manera, cada oyente la interpreta de
distinto modo. Pero no por ello se puede negar que la música sea un lenguaje,
ya que es una comunicación y expresión, y tienen sus códigos específicos de
representación e interpretación. Es un lenguaje hecho arte, más expresivo si
cabe que la propia lengua. Es creada por un compositor, transmitida por un
intérprete, escuchada y recreada por los oyentes que la percibimos, aunque sea
de diversa forma, incluso atribuyéndole significados que ni siquiera el autor
hubiese imaginado. Del carácter inefable de la música se hace eco Aldous Huxley
en su famosa frase: “la música expresa lo inexpresable”. La música, como arte
se encuentra situada en el marco de los lenguajes artísticos, diferenciándose
de estos en que junto a la poesía, se transmite en el tiempo. A través de la
música se pueden describir situaciones, expresar sensaciones, emociones, sentimientos
o ideas puramente musicales. La profusión de todos ellos, expresados a través
de la historia, y en la música perteneciente a diversas culturas, es
innumerable. Es un lenguaje que puede tener más significados que el lenguaje
oral, por dicho motivo.
Es innegable que la
música y la palabra comparten algunas formas de organización y expresión. Estos
dos medios de comunicación tienen en común el ritmo, la entonación, la dinámica
y la agógica, que se encuentran tanto en el discurso oral como en el discurso
musical. Los dos necesitan de estos elementos para mantener el interés en el
oyente o receptor, que unen y matizan lo que se desea trasmitir. Al hablar nos
expresamos de diferentes maneras, dependiendo de lo que queremos comunicar. En
música ocurre exactamente lo mismo. La música, así como el lenguaje escrito,
tiene sus pausas, sus acentuaciones y sus cadencias. También pueden compartir
la forma. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en las narraciones tanto
escritas como musicales. Por todo ello es innegable que la música aunque no sea
un lenguaje universal si que es un lenguaje, y un indudable medio de expresión.
Como dijo Aristóteles, la música expresa los movimientos del alma.
La música puede que
no sea experimentada igual por cada oyente, pero lo importante es que, en cada
uno, suscita una respuesta. A veces, la reacción es colectiva. Hay que tener en
cuenta también, que aunque una obra o fragmento pueda trasmitir al espectador
“algo”, ese “algo” será procesado de manera diferente por cada individuo,
dependiendo de su personalidad y de su biografía. En algunos casos, el
significado de una música en concreto está explicitado por el autor, Bien a
través de un narrados que forma parte de la obra, ofreciendo pautas para la
interpretación correcta de ésta. Otras veces, los compositores incorporan los
poemas que les han inspirado. E la gran cantidad de música hasta ahora
conocida, encontramos obras que ofrecen una libre interpretación al oyente, que
las puede recrear en su imaginación, y obras que harán reconocer fielmente la
historia, la descripción, o las emociones expresadas, según se trate de música
descriptiva, incidental, o romántica. No podemos obviar la música pura, el
placer estético que supone escucharla.
El arte musical
tiene tanto poder de transmisión de sentimientos e ideas que se utiliza en la
actualidad en todos los medios de comunicación. Pensemos en una película. Ésta
no sería la misma sin música, ha de contar una historia en unas dos horas, y en
ese espacio de tiempo tiene que cautivar al espectador. Aunque ese espectador
no lo tenga en cuenta la música le está ayudando y facilitando la comprensión
de la historia. La música se utiliza para potenciar escenas que la imagen no es
capaz de expresar por sí sola. Por lo tanto la música se está utilizando como
medio de expresión y comunicación. Puede ser el mensaje en sí misma, la
reforzadora del mensaje o simplemente ser una signo de puntuación.
Desde la educación
primaria se iniciará al alumnado también en el proceso interpretativo de la
música, para favorecer el desarrollo de la expresión personal de cada alumno,
potenciando su creatividad, y aportándoles diversas estrategias: solución de
problemas estéticos, desinhibición, autoestima habilidades y destrezas
perceptivas y expresivas.
Comenzando en la educación musical en
la escuela, y a través de los distintos bloques de contenidos: voz y canto,
instrumentación, movimiento y danza, lenguaje musical y audición musical, los
estudiantes adquirirán los instrumentos necesarios para explorar y entender las
capacidades expresivas de la música y del propio sonido, así como desarrollarán
la capacidad de expresar ideas puramente musicales o artísticas, sensaciones,
situaciones, emociones y sentimientos, utilizando bien la voz, instrumentos,
objetos sonoros, o su cuerpo, entre otros, para dicho fin.
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